DOCUMENTOS SOBRE EL PUENTE VIEJO
Ahora nos ocupamos de sentar algunas
referencias documentales del muy conocido Puente Viejo, de nacionalidad inglesa
por que fue hecho en Inglaterra y piuranizado por la acción del tiempo. Es todo
un personaje piurano dentro de la época de la República, que está vigente, pues
fue instalado el año 1893 y subsiste hasta nuestros días, lo que significa
tiene presencia la última década del siglo XIX, todo el XX y la primera del
XXI.
Por refacciones, se entiende la obra o
fábrica de diversos materiales (madera, piedra, ladrillo, hierro) levantado
sobre el río Piura, para poder pasar de Piura por la calle Huancavelica al
vecino Distrito Castilla, ingresando por
la Avenida Ramón Castilla o viceversa. Apréciese que “corresponden al
dominio público los puentes para utilidad y comodidad común” (1).
Posee en su haber una rica tradición
centenaria y por ende está enraizado en la historia social de nuestro
Departamento. Hay el propósito de las autoridades por reconstruirlo a fin de
devolverle su originalidad para que se convierta en legítimo e histórico
monumento de la piuranidad.
Téngase presente que en la sesión
extraordinaria de 22 de octubre de 1891, convocada por José María Rodríguez,
Prefecto de Piura y Presidente de la Junta Departamental de Obras Públicas, a
iniciativa de Miguel Checa y Checa, para plantear la construcción del puente
entre Piura y Castilla, ya que el anterior fuera destruido por la creciente del
río a causa del fenómeno “El Niño” de aquel año. El éxito de la reunión se debe
a la intervención de Roberto Temple quien, a nombre de la Casa Duncan Fox, la
ofreció para garantizar el pago de los costos de la mencionada obra, si alguno
se comprometía a asumirlos. Miguel Checa se comprometió a asumir la condición
de deudor de la Casa Duncan” (2).
Sabemos por nuestros mayores que el Puente
Viejo es un acariciado aposento que guarda testimonios vinculados al pretérito
de los pueblos de Castilla y de Piura, que se vinculan por su vía desde hace 117
años, sin solución de continuidad. No cabe duda que su vida urbana empieza
“desde 1893, cuando fue inaugurado, hasta que pasó por Castilla el tráiler que,
en la aciaga noche del 26 de agosto de 1981, destrozó el viejo, romántico, el
más querido puente. ¡Ay, Dios! ¡Esa noche perdimos un retazo del alma! ¡Ahí
quedó roto un viejo diálogo entre nuestra gente y aquel rincón poético,
coloquial, refrescante y amigo!” (3). J.G.P.V